miércoles, 31 de agosto de 2011


Ciencia y religión, unidas en una imagen creada por el gran Miguel Ángel en su obra maestra, los frescos de la Capilla Sixtina
La pintura de la Capilla Sixtina, muestra un cerebro perfecto.
En 1990, el doctor Frank Lynn Meshberger publicó un articulo en el Diario de la Asociación Médica Norteamericana explicando que las figuras y sombras situadas detrás de la de Dios, son una imagen anatómicamente precisa del cerebro humano, incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo, la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo.


Es decir, Dios esta superpuesto sobre el sistema límbico, el centro emocional del cerebro. Su brazo derecho se extiende desde la corteza prefrontál, la región más creativa y más exclusivamente humana del cerebro.


Bajo el brazo extendido del creador, aparece curiosamente un ángel entristecido, en un área del cerebro que aparece activada en una tomografía TEP, cuando alguien experimenta un pensamiento triste.
Esta escena es la famosísima creación de Adán. Adán ya esta vivo y Dios le infunde la chispa de vida sin tocarse, conectados como una sinapsis neuronal. Un Dios todopoderoso que esta en el interior de nuestro cerebro.
Y esto que es... una enorme casualidad? Jamas lo sabremos, pero el misterio... queda ahi... Quizá el gran Miguel Ángel era ajeno al significado científico de lo que plasmaba sobre la Capilla Sixtina... o nos quiso dejar un mensaje en clave que ahora ha sido descifrado...
Sorprendente, ¿verdad?
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Tengo la impresión que Miguel Ángel, siendo tan extraordinario artista, se conectaba con su Ser Superior y éste lo guiaba... 
Delia

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