jueves, 24 de mayo de 2012


Venezolano de 14 años deslumbra como director de orquesta


José Ángel Salazar, director de orquesta. Foto: cortesía José Ángel Salazar
Demasiado joven para amar a Schubert, demasiado joven para tener tan claro que quiere dedicar su vida a la música, demasiado joven para dirigir una orquesta: José Ángel Salazar tiene 14 años y es, posiblemente, el director de orquesta más joven del mundo.
Flamante titular de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Nueva Esparta, Salazar es un prometedor talento fruto del sistema de educación musical venezolana, "El Sistema", fundado en 1975 por José Antonio Abreu.

Estudioso y educado, se trata de un músico extraordinariamente precoz que tiene muy claro que quiere dedicar su vida a su temprana vocación, la música.
Salazar vive en isla Margarita, se levanta todos los días a las seis de la mañana y no regresa a su casa hasta pasadas las nueve. Va a la escuela secundaria, luego a los ensayos, primero con la orquesta semiprofesional y después con la juvenil.
"El maestro José Antonio Abreu me dijo una vez 'el límite es el cielo, uno nunca se va a poner un techo'. Quisiera ser profesional en la música y estudiar idiomas, aprender a hablar inglés, francés e italiano, y me gustaría mucho alemán", le dice a BBC Mundo.

Trabajo en equipo

Nacido en 1997, Salazar comenzó en la música a los 8 años, cuando quería tocar la trompeta. "Fui a un concierto de metales y me causó tanta impresión que hasta me hizo llorar. Eso fue lo que me hizo decidirme por la música".
José Ángel Salazar es fruto de "El Sistema", que enseña música clásica a 240.000 niños en Venezuela.
"Más adelante, tuve más contacto con los instrumentos de cuerda y al final me decidí por el violín", comenta.
Como violinista, José Ángel alcanzó la posición de concertino en la orquesta juvenil, que ahora dirige, y también toca en la orquesta semiprofesional regional. Su inicio como director lo recuerda con una anécdota durante un ensayo de la juvenil.
"Un día el maestro tuvo que salir a una reunión y no había nadie que se hiciera cargo de la orquesta. Como era el concertino, me monté a llevar el ensayo. Primero tocando, pero solté el violín y terminé dirigiendo".
"Me llamó la atención lo mucho que se puede lograr en conjunto. Siempre he dicho que la batuta no suena sola. Es bonito el trabajo que puede hacer uno en equipo", afirma.
Felipe Izcaray, su profesor de dirección y titular de la orquesta, recuerda también el día en que José Ángel habló con él para contarle que quería ser director.
"Siempre he dicho que la batuta no suena sola. Es bonito el trabajo que puede hacer uno en equipo"
José Ángel Salazar
"Me dijo que quería estudiar dirección de orquesta 'pero que sea algo en serio'. Por lo general son los maestros los que le piden al aspirante la seriedad en los proyectos. En este caso era él el que estaba comprometiéndome a mí", relata Izcaray a BBC Mundo.
La primera vez que Salazar dirigió un programa completo de la orquesta de los mayores fue el 14 de octubre de 2011, con 14 años recién cumplidos. El encargo le llegó de manos de Izcaray.
"Se ganó el respeto de los músicos. Apartando su edad, es un excelente director joven. A veces uno se ve influenciado por el hecho de que tiene 14 años, pero es simplemente un buen músico que trabaja muy bien y logra muy buenos resultados", afirma Izcarray.

"Diamante en bruto"

"Es un diamante en bruto. Tiene todo el material ahí para desarrollarlo. Es muy amplio en su criterio, está atento a todo, es flexible en sus gustos, lee mucho, no sólo de música, así que es un joven muy inquieto. Le gusta la música popular también", cuenta Izcarray.
"Es un diamante en bruto. Tiene todo el material ahí para desarrollarlo. Es muy amplio en su criterio, está atento a todo, es flexible en sus gustos, lee much"
Felipe Izcaray, director de orquesta
El director cuenta que cuando descubrió las aptitudes y la actitud de José Ángel hacia la música, resolvió inmediatamente ponerse en contacto con el maestro José Antonio Abreu.
"Le dije, 'mira José Antonio, aquí hay un muchacho que merece que le prestes atención'. No he visto un caso así, por seriedad y sobre todo porque era un muy buen director", cuenta Izcarray.
"Lo llevé, la primera vez que iba a Caracas, en diciembre. El maestro Abreu tuvo una sesión y quedó impresionado, lo invitó a unos ensayos con la Orquesta Juvenil de Caracas".
Según Izcarray, Abreu dijo que era necesario que José Ángel dispusiera de una orquesta para poder crecer como director. Así fue que se decidió nombrarlo su asistente en la orquesta y titular de la juvenil.

Mejor con mayores

Claro en el gesto y de buena técnica, carismático y comunicativo, Salazar tiene la responsabilidad de liderar una orquesta de 80 músicos, muchos de ellos mayores que él.
Foto: cortesía José Ángel Salazar
Salazar comenzó en la música a los 8 años, cuando quería tocar la trompeta.
"Lo más difícil es que llevo dos años tocando el violín en esa orquesta. La mayoría son amigos y eso lo hace un poquito complicado. La confianza hay que dejarla un poquito a un lado cuando empieza el trabajo", comenta.
Así es que confiesa que le ha resultado algo más fácil dirigir a la Orquesta Sinfónica de Nueva Esparta, por la mayor profesionalidad de los adultos que "ya han superado la adolescencia, una etapa difícil", según dice.
Salazar sólo tiene palabras de admiración para José Antonio Abreu, economista, político y pianista venezolano artífice de "El Sistema". "Es una persona que no parece de este mundo, sin conocerte te trata de mil amores".
"Está dedicada a ayudarte personalmente, no tienes que pasar por manos de nadie para llegar donde está él. Es muy sencillo, muy humilde a pesar de lo gran maestro que es. Un ejemplo de lo que es luchar", agrega.
Abreu es el alma máter de "El Sistema", obra social del Estado que a través de una extensa red de orquestas y coros infantiles y juveniles busca hacer de la música un instrumento de desarrollo personal.
Frutos de "El Sistema" son la Orquesta Simón Bolívar o el director Gustavo Dudamel. ¿El secreto? Izcarray lo tiene claro y ve en Salazar un buen ejemplo.
"En su familia no había nadie dedicado a la música, pero como dice él, su papá ahora le habla de términos musicales que jamás hubiera utilizado. Es decir, no solamente se involucra el joven, sino la familia, que se da cuenta de que al joven se le dan herramientas para ser mejor ser humano", explica Izcarray.
"Y esto es un efecto multiplicador. Yo creo que ese es el gran éxito, que se convierte en proyectos familiares que apoya gran parte de la población. Por eso es que se ha desenvuelto con absoluta naturalidad durante todo tipo de gobiernos que ha habido en Venezuela desde el año 1975".