lunes, 7 de octubre de 2013

“La pintura, el paisaje y el amor son todas secciones del arte”

POR LUIS SARTORI

Autodidacta. Dibujaba los pizarrones en la escuela y las paredes de Valentín Alsina. Llegó a exponer en Nueva York junto a Berni. Ahora, espera su “viaje astral” en una nave fileteada.
Amores. Con pincel y paleta de colores, junto al cuadro
 que pintó de aquel Martiniano treintañero recién casado con Susana Lisotti. /JUAN MANUEL FOGLIA


06/10/13
Su rutina tiene –como entrada, primer plato y plato principal– tres pasos: reza al levantarse,toma mate y, el resto del día, pinta. Filetea todo lo que le queda a tiro de la mano derecha. Entre cientos de cuadros colgados de las paredes y apilados en varios salones, su casa-atelier de San Telmo ofrece pruebas categóricas: una botellita de gaseosa, su computadora, una vaca similar a la que expuso en la Cow Parade 2006, y hasta su ataúd (con fecha de uso) y el de su esposa, que desde 1990 aguardan parados en un rincón. Su rica historia, también: fileteó el acordeón de Pipo Pescador, la tapa deFabulosos Calavera de los Cadillacs y hasta las superficies de Adriana Aguirre y Lía Crucet, sin tela ninguna. Lía posó acostada en el mismo sillón donde dormía Antonio Berni, cuando pintaban juntos “obras de dos metros por dos, que se expusieron en una galería de Nueva York” . Martiniano Arce (73), autodidacta confeso, sin un tatuaje sobre su piel, dice que nació en Palermo pero en la maternidad Sardá, que queda en Patricios: “No me acuerdo esa parte” , duda, obvio. Su padre – ”un paisano siete oficios” – hacía la quinta con él en la casa amplia de Valentín Alsina. Y él ya dibujaba en el pizarrón de la escuela, antes de largarse a los 13 a pintar paredes del barrio con carbón, azufre, ladrillo y tiza. Dejó la educación formal en sexto grado y su casa a los 15, porque con cinco hermanos“plata no sobraba” . Aprendió a valerse solo, en la calle. Y se le nota en su estilo atorrante de hablar, de hilar refranes, de bromear.
“Si me dejan hablar –se define– no me llevan en cana”.
Empezó fileteando carros en las viejas fábricas de carrocerías de Lanús, y vidrieras en Santa Teresita antes del verano. Por los fascículos, conoció y admiró a Caravaggio, e intentó copiarlo. En el 70 se instaló en San Telmo: sábados en el Pasaje 5 de Julio, domingos en Plaza Dorrego. De su expo inicial en una galería (1971) pasó a mostrar lo suyo en la Biblioteca Nacional, la Casa Rosada, el Congreso, el Museo de Arte Decorativo, y en Dallas, Mallorca y La Haya. Compartió taller con Pérez Celis, coqueteó con el budismo, hizo boxeo, le gustan las armas, tiene pulso firme (de joven le tiraba cuchillos de punta a una hermana y jura que nunca la lastimó), jamás se operó, escribe sin faltas y escucha Beethoven, Bach y Wagner. Es Ciudadano Ilustre de la Ciudad desde 1997. Tuvo casa en el Delta. Y sueña con irse “a vivir afuera” y terminar sembrando verduras, como hacía con su padre.
¿Cuándo arranca el fileteado porteño?

Se conoce en el 1900. Junto con el tango.
¿Quién lo trae?

Salvador Venturo y otros italianos que empiezan a adornar los carros.
¿Qué superficie es la más fácil de pintar y cuál la más difícil?

Lo más fácil de pintar es el peltre, entre los metales. Y lo más difícil la hojalata, porque te refleja todos los colores como un espejo.
¿Qué representa el filete para tu vida?

Es la gracia, el movimiento. Es la ola del mar, el vuelo de una mariposa.
¿Qué color te gustaría ser?

El anaranjado. Porque el rojo es pasión y el amarillo, el crecimiento.
¿Y de qué forma?

Un círculo o un óvalo. Porque es el huevo, el nacimiento, el principio.
¿Qué aprendiste de Berni?

Me decía que hay que pintar en grande: no se vende pero se ve. Era un hombre que decía que la pintura hay que hacerla con amor. Porque si no tiene amor, entonces no es arte.
¿Estuviste muuuuy enamorado?

Dos veces en esta vida. No me preguntes ni cuándo ni cómo porque no lo puedo decir. Y es terrible, no sos vos, no podés controlarte.
¿Terminaste huyéndole al amor?

No no no no. Pasa que el amor es un arte. Es como la pintura, el mar, el filete, el paisaje, la naturaleza muerta. Son todas secciones del arte. Solamente podés liberarte del amor pidiéndoselo a Dios.
¿Por qué pintás?

Para dejar testimonio. Para no pasar en vano esta vida. Yo hago, me gusta hacer. La Biblia dice respecto al talento: “Al que tiene y lo acrecienta, se le dará más; al que tiene y no lo acrecienta, aún ese poco se le quitará” .
¿Cuánto vale un cuadro tuyo?

Desde 100 dólares esas frases que hago, a 10 mil dólares los cuadros, o un poquito más lo más grande: la vaca del Cow Parade se vendió a 20 mil.
¿Te interesa la guita?

Me interesa lo necesario. Yo he conseguido lo necesario.
¿Fuiste gasolero en tu vida o te gustó gastar?

No, no gasté. ¡Mirá que tuve en un momento! Y guardé. Porque sé que vienen 7 años buenos y 7 años malos. Entonces cuando vienen las cosas bien tenés que guardar.
¿Estás en el período de 7 buenos o de 7 malos?

Vengo en 7 parejos. No tengo coche. No uso anillo ni reloj ni tarjeta de crédito. No tengo celular ni quiero.
¿Por qué te gustan las armas?

Porque llegás más lejos. Con el pincel también llegas más lejos; estirás las manos.
¿Estás en falta con alguno de los siete pecados capitales?

Con ninguno. No tengo necesidad. Puedo emborracharme pero ya no tomo. Le hago caso al cuerpo. No uso Viagra, no tomo remedios. Son tres cosas a las que estoy atento ahora: a la palabra, al pensamiento y a la acción. Uno llega a una edad que dice bueno, vamos a pensar en serio.
¿Qué es estar atento a eso?

Saber a dónde vamos. Tenemos que parar a veces a ver a dónde vamos.
¿Y vos a dónde vas?

Acá pasamos 70-80 años, con todos los dolores y todas las alegrías. Cuando dejamos este cuerpo, para mí, entramos en otros dos espacios: la segunda parte es atemporal, entramos en un estado donde no hay más dolor. Yo tengo una nave astral esperando, de una manzana de grande, es para recorrer el universo. Y la tercera parte es para perfeccionarse de tal forma que podamos entrar en el reino de Dios. Porque de él venimos y hacia él vamos. La muerte es una cosa que entiendo. Al cuerpo hay que dejarlo.
La tomás con humor: fileteaste tu ataúd.

Y tiene la fecha de cuando parto. Estás invitado. Cae un miércoles 14 de noviembre. Va a haber champán.
¿Tenés ganas?

Claro que tengo ganas. Cada vez más. ¿Para qué me puse 2046? Me hubiera puesto un poco menos (se ríe). ¿Querés que te diga una cosa? Yo puse el 2014, pero resulta que alguien me dice ¿tan poco vas a vivir? ponete un poquito más.
Y al 1 le hice un 4: 2046 (otra risa). Estoy ansioso por dejar este cuerpo, que vaya a la tierra y se transforme en humus, que planten, que crezcan flores, que estén los pájaros... Y entrar en el otro estado astral, en la nave que me está esperando. Está fileteada. Están Pérez Celis, Berni, Presas, todos esperándome para salir. Cada cual tiene su habitación porque tienen su nombre arriba. ¿Querés venir?
Cómo no.

Entonces pongo tu nombre. Si llegás antes que yo, esperame.

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