Cuando anheles borrar la noche de tu alma, recuerda el silencio que emerge siempre en un lugar sagrado. Dentro de un Templo, en una Catedral, o simplemente dentro tuyo...
Sólo sumergiéndote en ese silencio, percibirás una luz deslumbrante evaporando las sombras que la oscurecían. Sólo en ese silencio, escucharás la música del corazón, y todas las madreselvas abrazarán, delicadas, etéreas, tus días, perfumando la vida.
Delia
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