viernes, 28 de enero de 2011

"Suspenso"

Lágrimas redondas, pesadas, como si fueran mezcla de aceite y agua se deslizaron por sus mejillas, mientras una filigrana de suspiros entrecortados, bordaron sus labios. Parecía que una mano de acero, sin piedad, inhumana, apretara su corazón y lo estrujara. Todo su cuerpo se enroscó en posición fetal, no podía tolerar ya más que nada ni nadie la dañara. Sentía que de alguna manera, en esa postura estaba protegida. Se remontó hacia una forma ancestral, algo tan antiguo que se desvanecía sin lograr ubicarlo en su pantalla mental. Sabía que la vendrían a buscar, que el asesino estaba suelto. Podía ser cualquiera, alguien de su familia quizás, todo era posible en su historia de vida. Se arrebujó con su propia carne, sólo ella podía protegerse, no tenía a nadie más. Quedó esperando...

En el silencio, el tic- tac del reloj pareció aumentar su volumen hasta hacerse insoportable. Escuchó a su mismo corazón ir de lo inaudible... in crescendo hasta tremolar con la voz del trueno. Estaba llegando al límite, su cuerpo transpirado mojaba la camiseta blanca, necesitaba abrirse paso de alguna manera, despedazar eso que amenazaba con ahogarla, arrancar toda la tensión que corcoveaba por su columna como una serpiente viva, de la forma que fuera, a dentelladas de ser preciso. El cuerpo aterido, pulsando estremecimientos como un animal herido, amenazó con cortarle la respiración, augurando otra noche sin sueño.
Realmente estaba llegando al límite de sus fuerzas...
Entonces, apagó el televiso
r. 

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