"EL CRIMEN"
¡Estaba más que satisfecha! finalmente había logrado concretar aquello que soñó más de una vez. Matar sin piedad a la mujer que tanto nos había hecho sufrir. Claro que no había sido sencillo. Fueron meses de planificación constante, día y noche pensando en la mejor forma de ultimarla. Fueron meses donde lo único que existió para ella fue "El Plan"
Debía esmerarse sobre todo por reconocer la distracción que la aquejó siempre, eso no debía permitirse, tampoco podía dejar la más mínima pista, nada en absoluto. La policía iba a investigar cada señal, cada huella, debía ser más cuidadosa que nunca en toda su vida. Ahora ya podía respirar tranquila, lo había conseguido. Su alegría desbordaba como un manantial infinito. Se encontraba de regreso en su hogar.
¿Acaso esa persona creyó por un instante que podía hacerla víctima a ella como a tanta otra gente, de sus vejaciones, burlas, violencia y humillación, sin castigo? No señor, era Voluntad Divina que tuviera que morir bajo sus manos. Nunca podría haber imaginado la señora con seguridad, que fuera ella nada menos quien pusiera fin a su vida.
Las llaves de la casa solariega, las tenía de antes, cuando fue su enfermera por meses. Jamás nadie se las reclamó, o sea que le pertenecían con todo derecho... Pero ¿es que esa mujer tan terrible, déspota y autoritaria, jamás pensó que se le daría vuelta la "taba"?
Sonrió para sus adentros. "El Plan" funcionó como aceitadito...
Observó la entrada...nadie a la vista. Ni siquiera escuchó un rumor, nada. Al parecer la mujer dormía placidamente su siesta. Está bien que conocía los movimientos de la casa, los horarios, entradas y salidas del personal; todo. Sin embargo podía surgir algún inconveniente impensado de último momento... pero nada. Suspiró con cierto alivio. Por suerte en esos momentos estaba como disociada emocionalmente, no tenía casi temor. Palpó con sus guantes de goma finos, con mucho cuidado, el arma que descansaba en el bolsillo amplio de su abrigo liviano. Estaba demasiado afilada; al retirarla de su cocina la miró y quedó impresionada por su filo y el brillo que chispeaba de tan reluciente. De todas formas, volvió a sacarle más y más filo. Estaba segura que podía cortar un cabello en el aire.
Tornó a aguzar el oído...nada, ningún sonido. Comenzó a subir por la escalera blanca con lentitud. Era media tarde, suponía que la mujer estaría en la gran cama con dosel acostada y soñando vaya una a saber conque, tal vez con más perrerías de las que gustaba tanto hacer.
El mármol no producía ningún ruido al rozarlo con sus zapatillas. Siguió subiendo y para sentirse más segura, volvió a tocar con la mano el cuchillo.
Llegó al primer piso, donde estaba la alcoba principal. Muy lentamente y casi en puntas de pies se acercó a la puerta entreabierta. Miró en la semipenumbra y la vio recostada, tal como la había imaginado. Respiraba honda y profundamente, señal que se encontraba dormida.
Entró. Casi sin respirar por si la escuchaba, se acercó muy suavemente a la cama. Quedó a un costado de la misma. Miró a la mujer que seguía dormida sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo. ¡Agarró el cuchillo, y antes de asestárselo de acuerdo al Plan con toda su fuerza hasta el mango, en el corazón... se arrepintió! Comenzó a transpirar mientras la otra tranquilamente proseguía con su sueño. ¡Ni se daba cuenta del trabajo que daba tan sólo el matarla! La veía serena y descansando hasta el último instante. Pero eso no podía ser más se dijo a sí misma. ¡Basta ya de tantos miramientos! Volvió a dejar el cuchillo en su bolsillo y decidió que era poco clavárselo en el pecho.
Realmente era muy poco, la muerte iba a ser demasiado rápida quizás. Hasta era capaz de no sufrir gran cosa, sin pensar siquiera en como la sangre iba a manchar todo ¡un verdadero asco! Debía idear ya mismo, otro plan. Algo que la hiciera sufrir mucho, que prolongara su agonía. Lo visualizó: se plantó bien firme sobre sus pies, acomodó su cuerpo para que le diera el mínimo esfuerzo y colocó ambas manos casi sin rozarla, alrededor de su cuello. Midiendo espacios. Supo que era el momento perfecto, ahora o nunca. Inhaló aire y la agarró bien decidida y firme del cogote, apretando, apretando, apretando sin parar. Vio cómo se retorcía semidormida aún, cómo abrió sus ojos espantados y la reconocía. Cómo trataba de tragar aire sin conseguirlo. Pese a la conmoción, fue capaz de percibir hasta la tibieza de la piel a través de los guantes. Pudo sentir la resistencia de los músculos y tendones, de los ligamentos y huesecillos. Estaba completamente a su merced y sufría, se atragantaba ¡vaya si sufría!!! Trató de agarrar sus brazos y apartarla, intentó alejar sus manos que eran como tenazas; imposible, perdía fuerzas momento a momento. Ella se sentía en la gloria, feliz, pletórica, era un triunfo inigualable el asesinarla con tanto placer.
Tardó en morir unos cuantos minutos, no era como en las películas, sino más lento. No le importó, al contrario, con una fuerza impresionante sonreía al verla pataleando por un poco de aire. ¡Vaya si sufrió! Así era el crimen ideal, total, con los guantes no dejaría marca de ninguna clase.
Cuando todo terminó, se permitió descansar jadeante, por unos momentos. La vio toda despatarrada y pensó que había realizado un bien a la humanidad al eliminarla para siempre. Con suma precaución salió del dormitorio, observando cada detalle del mismo. Necesitaba estar segura de que jamás iba alguien a poder incriminarla. Quedó realmente tranquila, nada había que la pudiese señalar siquiera como sospechosa. Por más que la gente comentara los malos tratos hacia ella, por lo que fuera, no había nada. Regresó a su hogar tranquila.
Se despertó, miró la hora y le pareció raro haber dormido tanto y tan profundamente. Se levantó de la cama, calzándose unas chinelas de seda blanca. Miró su alcoba tan inmaculada y fresca, tan acogedora. Era tiempo de prepararse para ir al Desfile de Modas. De modo que se dio un baño perfumado y se vistió muy elegantemente, según acostumbraba. Todavía no habían llegado los criados de su medio día de descanso, pronto lo harían sin duda.
Se despertó, miró la hora y le pareció raro haber dormido tanto y tan profundamente. Se levantó de la cama, calzándose las zapatillas de lona blanca. Miro su pieza tan pequeña y revuelta. Suspiró igual, muy satisfecha. ¡Finalmente había logrado matarla! Sólo había algo dándole vueltas por la cabeza, no sabía definirlo, era sólo algo que había quedado sin terminar. Pensó y pensó, reconocía ser bastante distraída, pero ¿qué era lo que le faltó hacer?
EL ARTE ME SALVÓ LITERALMENTE. SIN ÉL, LO MÁS PROBABLE ES QUE NO HUBIESE PODIDO SOBREVIVIR. VIVIR PARA EL ARTE POR LO TANTO, ME RESULTA FUNDAMENTAL, CASI TANTO COMO RESPIRAR. Y EN LA VIDA TODO ES ARTE, CADA COSA Y DETALLE, PRECISA LA MIRADA DE UN ARTISTA CONSCIENTE. LA NATURALEZA TODA, ES LA MÁS SUBLIME OBRA MAESTRA Y NOS ENCONTRAMOS INMERSOS EN ELLA... MUCHAS GRACIAS POR VISITARME. VALORO TU COMENTARIO Y EL QUE ME ACOMPAÑES EN ESTA MARAVILLOSA AVENTURA DE LA VIDA.
lunes, 31 de enero de 2011
"VIAJE"
"La tierra está festoneada de rosa a lo lejos. Corro hacia ella sobre mi técnica que el cuentakilómetros marca - ¿Quién tendrá el de la historia de mi vida?, ¿quién conocerá su límite?
Un secreto.
Veo un delicado encaje de árboles, recortándose contra un cielo que grita su incendio. Las llamas quieren abrasar mis ojos sin conseguirlo, brillan encendidos por mi embeleso. Pasan por los costados luces que vuelan yendo quién sabe dónde, ¿acaso lo sé?, ¿acaso tú lo sabes?. Las montañas están bordadas con el hilo de la vida. Mientras el Vesubio despide a una nube con un beso, calmo, me observa pasar..."
Un secreto.
Veo un delicado encaje de árboles, recortándose contra un cielo que grita su incendio. Las llamas quieren abrasar mis ojos sin conseguirlo, brillan encendidos por mi embeleso. Pasan por los costados luces que vuelan yendo quién sabe dónde, ¿acaso lo sé?, ¿acaso tú lo sabes?. Las montañas están bordadas con el hilo de la vida. Mientras el Vesubio despide a una nube con un beso, calmo, me observa pasar..."
"Pasajera nuevamente"
"Porque me han dado la inquietud
de vivir este momento,
limitando el alma
a un sólo recuerdo
y derrumbando castillos etéreos
hechos de puros pensamientos,
está libre la entrada
hacia mi invernadero;
sé que sus flores tiernas
caerán sacrificadas por mil inviernos.
Porque me han prestado este cuerpo,
madurado por los hijos, esclarecido
ante el martirio, florecido con amor,
permítanme juntar las hojas perdidas
y tratar de creerme primavera de nuevo.
Porque soy una pasajera
en el tren de la vida,
que recorre sin rumbo caminos
que le son conocidos,
sin haberlos visto nunca,
y recuerda lo imposible
de otros mundos;
es que estoy aquí
sin otro designio,
que el de retornar con prontitud,
purificada a mi principio."
de vivir este momento,
limitando el alma
a un sólo recuerdo
y derrumbando castillos etéreos
hechos de puros pensamientos,
está libre la entrada
hacia mi invernadero;
sé que sus flores tiernas
caerán sacrificadas por mil inviernos.
Porque me han prestado este cuerpo,
madurado por los hijos, esclarecido
ante el martirio, florecido con amor,
permítanme juntar las hojas perdidas
y tratar de creerme primavera de nuevo.
Porque soy una pasajera
en el tren de la vida,
que recorre sin rumbo caminos
que le son conocidos,
sin haberlos visto nunca,
y recuerda lo imposible
de otros mundos;
es que estoy aquí
sin otro designio,
que el de retornar con prontitud,
purificada a mi principio."
"LA LADY" LETRA PARA TANGO
Te dicen...la Lady, jájá!! Te dicen la Lady... ¿la lady de qué? La lady de cuarta, de quinta o de más?! Pero si cuando te trajeron de piba, dos machos, machomenos... te dejamos acá de lástima piba, !sólo eso! Te la das de finoli, jájá!! y sin embargo en cuanto nos descuidamos un poco, te la piantás!! Dále nena, confesá lo que sos!! Sos una "gata", una de las finas esos sí, pero sólo una "gata" nomás. Al final mi marido tenía razón, en cuanto te vió te caló, y me dijo: "ojo con ésa; que es una atorranta, maloliente y callejera". No quise creerle la vida después le dió la razón. Eras y seguís siendo, una sucia de callejón! Te gusta la noche, confesá!, te gusta andar correteando de aquí para allá. Y a veces llegás de madrugada con olor a morfi y cansada... Decí que ni abro la boca y te apaño y me callo, haciendo trizas el corazón! Pero si viniste hecha una lástima, te trajeron medio herida, con la panza partida en dos, ¿qué habrás hecho para eso, digo yo? Y pensar que te dimos techo, te dimos comida y un lecho, ¿y así nos pagás, rastrera? Sos una cualquiera, y ni te atrevas a negarlo que tengo pruebas!! Y si no, que me lo digan todos los vecinos que te han visto, el portero y hasta el inquilino. Me han contado de vos cosas increíbles! y aguantándome el lagrimón, debí agachar la cabeza de pura verguenza nomás. Si he visto con estos ojos, cómo esa máscara que la Naturaleza te dió a vos sí, caradura!! no se te movió. Y he visto cómo tus faroles, esos de color bien turqueza, se te empañaban por tanta pasión. Sos una "gata" y así terminarás tus días de eso estoy segura, no digas que no!! seguirás siendo una "gata" atorranta y nada más, que para eso naciste siamesa !! y chan, chan!! ------------------------------------------------- De cuarta, de quinta - De lo último. Machomenos - [no tan machos...] Piba - Chica joven Finoli - Que se la da de fina Piantás - Te rajás o sea, te vas "Gata" - Una mujer de la vida... Caló - Se dió cuenta Morfi - Comida Apaño - Me callo, no digo ni pío o sea, no hablo Rastrera - Indigna, baja... Faroles - Ojos Chan, chan - Así suelen terminar algunos tangos... ------------------------------------------------- La verdad es que varios años atrás, el cielo me dió un regalo, ¡el mejor!, dos gatos de la calle llegaron al jardín del fondo de casa, trayendo un bultito que sostenían en la boca, se descolgaron a través de una enredadera, fue la primera y única vez que lo hicieron. No teníamos idea de qué era lo que traían, hasta que luego de uno o dos días se fueron, dejando un bultito color caramelo que parecía un cachorrito de gato. En casa siempre tuvimos perro, no sabíamos de gatos, nada!!; sólo que tomaban leche... A pesar de que mi esposo me prohibió darle algo para comer o tomar ya que no quería que se quede, probé darle un poquito de leche, ni la miró, me dije - "Qué raro!! - al día siguiente se me cayó un pedacito de jamón de un sándwich y se lo comió de un saque [rápido], entonces supe que le encantaba eso y otro pequeños manjares que fui descubriendo de a poco. Pero esa misma noche mi marido quiso que la sacara a la calle, como se puso bastante mal ante mis dudas, agarré el cachorrito y abrí la puerta de entrada; justo acertaron a pasar dos parejas hablando alto, y se me escapó de los brazos por el susto corriendo de inmediato para dentro de la casa; entonces volví hacia donde estaba mi esposo y le dije: ¿" ves que no es un gato de la calle como decís vos"? - "se asustó y corrió para dentro, se nota que se escapó de alguna casa o algo así" - ante su silencio opté por llamar a una veterinaria amiga que me dijo al saber la historia que en cuanto cerrara la veterinaria, vendría a revisarlo. Al llegar y verla, enseguida me dijo - "Nena tenés una fortuna aquí, es una siamesa pura y está recién castrada" - en ese mismo instante mi esposo comenzó a adorarla, jijiii... El caso es que al parecer se había escapado de la veterinaria donde la castraron o de la casa en donde vivía, y los dos gatos se dieron cuenta que no iba a ser capaz de vivir como ellos y se ocuparon de buscarle un hogar. Puse un aviso, pero por suerte, nadie lo respondió!! y desde ese momento la Lady ocupa un lugar de honor en mi hogar; ha sido y sigue siendo una compañera fiel a rajatabla, parece un perrito por su fidelidad y amor a toda prueba, entiende todo y a veces hasta parece que hablara. Ha estado junto a mí, cuando me quedé sola por completo, al morir mi marido y al irse a vivir a otros países mis dos hijos, casi no tengo parientes; asi que ¿acaso no parece que "de arriba" me la quisieron obsequiar??. Y a veces como esta mañana, le canto al despertar, de puro buen humor y ganas, alguna letra inventada de lo que sea, hoy fue esta, [aunque jamás se fue de mi lado] espero que les haya agradado! |
domingo, 30 de enero de 2011
"Acá estoy"!
"Piso la vereda incendiada por el sol
y canto tu nombre enterrando los tacos
en el asfalto candente, allí,
donde se asan todas las tiras de luz y esplendor.
Las emociones vibran dentro pesadamente,
con sensaciones y deseos que se entrecruzan.
Me paro frente a un espejo
y no veo nada de lo que vive muy dentro.
Me apoyo en un muro de ladrillos encendidos,
llenos de vida,
y encuentro allí, inmersos los sentimientos.
Estoy madura como un fruto en el estío,
jazmines y rosas ruedan entre los pechos,
mezclándose con tu aroma que aletea entre ellos,
allí, cuando golosamente se posó
gustando la miel de mi cuerpo florecido...
Y se ondulan las caderas
chisporroteando entre las sombras de la gente,
relumbrándolas como oro caliente.
Acaricié antes todo tu horizonte sin palabras,
fui tu presente y tu continente;
apresando fuerte, el grito de no verte.
Y resbaló tu esencia
sobre mi surco tibio, inquieto de mariposa,
como una copa rebosante de vino.
Un vino embriagante que nos remontó lejos,
entre Planetas violetas,
donde mordisqueamos de las nubes trozos
con sabor a caramelo frío.
Y sellaste mi piel en la memoria de la carne,
dentro del ritmo febril de tamboriles desnudos,
inmerso en mí desesperadamente,
nos fuimos unidos hacia lo infinito.
Y me refresqué en el arroyo de tu savia
mientras te esparcías como una vela
derretida,
junto a mi sangre.
Tuve tu corazón en mi regazo
con toda la humanidad de regalo
y me alejé con la carne vibrando
para que en la pequeña muerte
de todas las noches
y de algunos días,
me sigas soñando..."
y canto tu nombre enterrando los tacos
en el asfalto candente, allí,
donde se asan todas las tiras de luz y esplendor.
Las emociones vibran dentro pesadamente,
con sensaciones y deseos que se entrecruzan.
Me paro frente a un espejo
y no veo nada de lo que vive muy dentro.
Me apoyo en un muro de ladrillos encendidos,
llenos de vida,
y encuentro allí, inmersos los sentimientos.
Estoy madura como un fruto en el estío,
jazmines y rosas ruedan entre los pechos,
mezclándose con tu aroma que aletea entre ellos,
allí, cuando golosamente se posó
gustando la miel de mi cuerpo florecido...
Y se ondulan las caderas
chisporroteando entre las sombras de la gente,
relumbrándolas como oro caliente.
Acaricié antes todo tu horizonte sin palabras,
fui tu presente y tu continente;
apresando fuerte, el grito de no verte.
Y resbaló tu esencia
sobre mi surco tibio, inquieto de mariposa,
como una copa rebosante de vino.
Un vino embriagante que nos remontó lejos,
entre Planetas violetas,
donde mordisqueamos de las nubes trozos
con sabor a caramelo frío.
Y sellaste mi piel en la memoria de la carne,
dentro del ritmo febril de tamboriles desnudos,
inmerso en mí desesperadamente,
nos fuimos unidos hacia lo infinito.
Y me refresqué en el arroyo de tu savia
mientras te esparcías como una vela
derretida,
junto a mi sangre.
Tuve tu corazón en mi regazo
con toda la humanidad de regalo
y me alejé con la carne vibrando
para que en la pequeña muerte
de todas las noches
y de algunos días,
me sigas soñando..."
sábado, 29 de enero de 2011
PINTURA - "QUÍTATE LA MÁSCARA" -
"Quítate la Máscara" -
Óleo y collagge sobre madera con inclusiones de metal y piedras.
Figura en Cuadernos de Arte.
Óleo y collagge sobre madera con inclusiones de metal y piedras.
Figura en Cuadernos de Arte.
viernes, 28 de enero de 2011
"Hacer el Amor"
¡Para mí hacer el amor, es danzar juntos una melodía mágica, irreverentemente deliciosa, frenética por momentos, dulce y susurrante otros. Es ir del fuego a las cenizas, y de las cenizas al fuego una y mil veces, es danzar enloquecidamente apasionados, perdernos por completo uno en el otro, hasta no saber dónde termino y comienzo, es tener imanes en el cuerpo y el alma atrayendo irremediable y definitivamente al hombre, y sentirme completamente magnetizada por él. Para mí, hacer el amor es brindarnos tanto, que deje de existir el tiempo y el espacio. Olvidarnos del mundo, olvidarnos de todo, salvo de ése momento. Es sentir que nuestro corazón es acariciado y tañido como un arpa, es deslizarnos en una sinfonía de suaves sonidos y gemidos, ser capaces de darnos íntegras, que la felicidad de nuestra pareja sea la nuestra, es regalar nuestra energía con alegría y estallar en cientos de orgasmos multicolores!. Hacer el amor, es poder experimentar el cosmos dentro de la cabeza en una descarga fulminante de miles de estrellas!!
Hacer el amor, es penetrar tan hondo en la otra persona, que experimentemos su sensación como nuestra, !hervir prensados uno en el otro! y entregarnos como nunca antes, permitiendo ser conocidas, paladeadas, saboreadas y sentidas en las entrañas mismas.
Es experimentar pequeñas muertes millones de veces, y anhelar juntos el gozo, tanto, tanto que deseemos seguir unidos hasta morir de placer...
Traducido al catalán por Soy_Naixem:
Fer l`amor
Per a mi fer l'amor, és ballar junts una melodia màgica, irreverentment deliciosa, frenètica per moments, dolça i murmurant d´altres. És anar del foc a les cendres, i de les cendres al foc una i mil vegades, és ballar boixament apassionats, perdre'ns per complet unit en l'altre, fins a no saber on acabo i on començo, és tenir imants en el cos i l'ànima atraient irremediable i definitivament a l'home, i sentir-me completament magnetizada per ell. Per a mi, fer l'amor és brindar-nos tant, que deixi d'existir el temps i l'espai. Oblidar-nos del món, ovidarnos de tot, excepte d'aquest moment. És sentir que el nostre cor és acariciat i tocat com un arpa, és lliscar-nos en una simfonia de suaus sons i gemegats, ser capaços de donar-nos íntegres, que la felicitat de la nostra parella sigui la nostra, és regalar la nostra energia amb alegria i esclatar en centenars d'orgasmes multicolors!. Fer l'amor, és poder experimentar el cosmos dintre del cap en una descàrrega fulminant de milers d'estrelles!! Fer l'amor, és penetrar tan profund en l'altra persona, que experimentem la seva sensació com nostra, !bullir premsats un en l'altre! i lliurar-nos com mai abans, permetent ser conegudes, paladeixades, assaborides i sentides en les entranyes mateixes. És experimentar petites morts milions de vegades, i anhelar junts el goig, tant, tant que desitgem seguir units fins a morir de plaer...
"Para Ti"
"Quisiera internarme en tus secretos,
saborear tu carne, tu sangre, tus miedos;
danzar en tus pensamientos
aspirando la sublime fragancia de tus misterios.
Quisiera correr con los cabellos al viento
detrás de tu antiguo corcel de fuego,
o transformarme en un caballo salvaje
galopando contigo,
tras la frontera de lo desconocido.
Quisera ser pájaro y volar sin esfuerzo,
sólo sintiendo el placer de sentirme viva,
sólo el segundo, sólo el presente,
sólo el beber juntos de la fuente de la vida.
Quisiera ser tu sacerdotisa del amor
la elegida,
celebrando mágicos rituales,
viviendo para el instante en que tu sol y el mio
palpitando al unísono,
acrisolen la carne.
Por el momento, sólo guardaré
el ensueño de tus besos
y la creación de los deseos.
Ahora vuela cometa, lejos...
Cuando vea un ave planear en el aire
sabré que estás bien;
y sentiré que me abrazas
si el viento rugiendo acaricia mi piel.
Y al cegarme el sol,
sabré que no sólo eres sueño y dolor,
sino que ardes en su luz
con mayor fulgor aún."
saborear tu carne, tu sangre, tus miedos;
danzar en tus pensamientos
aspirando la sublime fragancia de tus misterios.
Quisiera correr con los cabellos al viento
detrás de tu antiguo corcel de fuego,
o transformarme en un caballo salvaje
galopando contigo,
tras la frontera de lo desconocido.
Quisera ser pájaro y volar sin esfuerzo,
sólo sintiendo el placer de sentirme viva,
sólo el segundo, sólo el presente,
sólo el beber juntos de la fuente de la vida.
Quisiera ser tu sacerdotisa del amor
la elegida,
celebrando mágicos rituales,
viviendo para el instante en que tu sol y el mio
palpitando al unísono,
acrisolen la carne.
Por el momento, sólo guardaré
el ensueño de tus besos
y la creación de los deseos.
Ahora vuela cometa, lejos...
Cuando vea un ave planear en el aire
sabré que estás bien;
y sentiré que me abrazas
si el viento rugiendo acaricia mi piel.
Y al cegarme el sol,
sabré que no sólo eres sueño y dolor,
sino que ardes en su luz
con mayor fulgor aún."
"AMANECIDA..."
Amanecida: Entre suaves velos de bruma y la frescura del aire anticipada. Amanecida Como pintada de luz ambarina, goteando por mi carne aún, agua cristalina. Humedecida Encendida: Como un Ser Galáctico relumbrante sin cuerpo sólo LUZ. Renacida: De la cabeza a mis pies pura transparencia, de a poco me voy vistiendo con una nueva piel... |
"Suspenso"
Lágrimas redondas, pesadas, como si fueran mezcla de aceite y agua se deslizaron por sus mejillas, mientras una filigrana de suspiros entrecortados, bordaron sus labios. Parecía que una mano de acero, sin piedad, inhumana, apretara su corazón y lo estrujara. Todo su cuerpo se enroscó en posición fetal, no podía tolerar ya más que nada ni nadie la dañara. Sentía que de alguna manera, en esa postura estaba protegida. Se remontó hacia una forma ancestral, algo tan antiguo que se desvanecía sin lograr ubicarlo en su pantalla mental. Sabía que la vendrían a buscar, que el asesino estaba suelto. Podía ser cualquiera, alguien de su familia quizás, todo era posible en su historia de vida. Se arrebujó con su propia carne, sólo ella podía protegerse, no tenía a nadie más. Quedó esperando...
En el silencio, el tic- tac del reloj pareció aumentar su volumen hasta hacerse insoportable. Escuchó a su mismo corazón ir de lo inaudible... in crescendo hasta tremolar con la voz del trueno. Estaba llegando al límite, su cuerpo transpirado mojaba la camiseta blanca, necesitaba abrirse paso de alguna manera, despedazar eso que amenazaba con ahogarla, arrancar toda la tensión que corcoveaba por su columna como una serpiente viva, de la forma que fuera, a dentelladas de ser preciso. El cuerpo aterido, pulsando estremecimientos como un animal herido, amenazó con cortarle la respiración, augurando otra noche sin sueño.
Realmente estaba llegando al límite de sus fuerzas...
Entonces, apagó el televisor.
En el silencio, el tic- tac del reloj pareció aumentar su volumen hasta hacerse insoportable. Escuchó a su mismo corazón ir de lo inaudible... in crescendo hasta tremolar con la voz del trueno. Estaba llegando al límite, su cuerpo transpirado mojaba la camiseta blanca, necesitaba abrirse paso de alguna manera, despedazar eso que amenazaba con ahogarla, arrancar toda la tensión que corcoveaba por su columna como una serpiente viva, de la forma que fuera, a dentelladas de ser preciso. El cuerpo aterido, pulsando estremecimientos como un animal herido, amenazó con cortarle la respiración, augurando otra noche sin sueño.
Realmente estaba llegando al límite de sus fuerzas...
Entonces, apagó el televisor.
"Expiación, Deseo y Pecado"
"Apenas toco el agua suave, como palpando esa piel. Apoyo los dedos sobre ella, confiando en que aún retenga el sabor de todo tu cuerpo. Es el momento en que me envuelvo con un laberinto de rosas. Intento trepar junto a las flores por el acero de tu muro, entibiándolo, macerándolo, con mi perfume. Se desliza una estrella por la espalda, rodando como perla sobre raso. Cae sobre la tierra, y la aplastas sin darte cuenta. Una iguana, se relame y observa... Por un instante, roza una pluma la boca. Cueva redonda y húmeda, bien roja de pasión (y rouge). Y allí, en la biblioteca, dos gemidos se fusionan rebosantes de placer. Más tarde, un grito inaudible, surge profundo y abismal; lejano en el tiempo, cercano en la tempestuosa soledad. El conocimiento se escapa consumido en el incendio de tu mirada. Acaricias redondeces, curvas y rectas se mezclan fragantes, como frutas deliciosamente frescas. Nuevamente danzan los cuerpos y gime el gozo más que nunca. Más tarde, me miro en los ojos secos y finos, de cientos de muchachas muertas, que ya no me representan. Y me lanzo a bailar en un sortilegio musical, de agua y silencios. Llegan las olas chispeando sobre las rocas. Resueltas, vienen hacia mí, que visto mi desnudez con algas estremecidas. Luego se alejan llevando consigo el recuerdo..." |
"Por un sólo momento"
"Me desvistes de lenguaje,
la mente, y los ropajes.
Arde tu mirada en llamaradas,
brilla como nunca el fuego secreto
frente a la estatua de hielo,
que no refleja nada.
Ni te inmutas ni te apagas...
despaciosamente azotas
la finitud de esta vida,
y permites que me derrita,
y tanta ternura hace florecer
agridulces sentimientos.
Mientras, muy lento, emerge
mi volcán oculto,
te hundes en los bejucos
bebiendo de la fuente del placer.
Ya no alcanza el tiempo
para que tu aroma
preñe todos mis poros,
y se vierta mi perfume
en el eco de tu sabor.
Despiertan de un sueño de siglos
los susurros y gemidos,
mientras el gas de la penumbra absorbe
las sombras de nuestros cuerpos.
Ahora vibra una savia de algas
y la vida dulce se te derrama
en un arabesco que restalla
en el justo engaste de la piel.
Y así ávidamente,
por un sólo momento,
logramos desnudar
la soledad de la muerte."
la mente, y los ropajes.
Arde tu mirada en llamaradas,
brilla como nunca el fuego secreto
frente a la estatua de hielo,
que no refleja nada.
Ni te inmutas ni te apagas...
despaciosamente azotas
la finitud de esta vida,
y permites que me derrita,
y tanta ternura hace florecer
agridulces sentimientos.
Mientras, muy lento, emerge
mi volcán oculto,
te hundes en los bejucos
bebiendo de la fuente del placer.
Ya no alcanza el tiempo
para que tu aroma
preñe todos mis poros,
y se vierta mi perfume
en el eco de tu sabor.
Despiertan de un sueño de siglos
los susurros y gemidos,
mientras el gas de la penumbra absorbe
las sombras de nuestros cuerpos.
Ahora vibra una savia de algas
y la vida dulce se te derrama
en un arabesco que restalla
en el justo engaste de la piel.
Y así ávidamente,
por un sólo momento,
logramos desnudar
la soledad de la muerte."
jueves, 27 de enero de 2011
"Actitud"
"Voy por los caminos, en busca del fuego perdido, de la tierra prometida, del buen pan y del buen vino. Y estoy casi en todas partes, un poco de mí hasta en el aire, y me paro en los instantes, como si fuera a escucharme. Miro el barro y las huellas, miro la luz que destella, y está mi imagen intacta, como si fuera una sombra de ella. Saboreo la plenitud de las estrellas, la caricia sabia que se entrega, y me voy sin embargo mientras puedo, porque tal vez si me quedo, no vuelva." |
"VEN..."
"Acércate y ven hacia mí;
te invito a morder frutos nuevos,
a renacer junto al retoño de la vid.
Nos perderemos en bosques inmensos...
Descuida que luego,
la dulce frescura del río
refrescará nuestros cuerpos.
Ven, ayúdame a sujetar
peces con las manos,
resbalosos, inquietamente irisados,
ya untuosos de paz y muerte.
Mira el resplandor;
mira cómo cientos
de pequeños diamantes
brillan en nuestra piel...
Ven, que calentará nuestra sangre
el sol chispeante y el vino.
Sube a ese árbol,
quiero que tu boca
atrape todas las moras,
y en un beso bien violeta
regálaselas a mi boca.
El jugo de ellas
chorreará por mi pecho
y se irá aún más lejos...
Sacía toda tu sed,
bebe de mi carne
bien cálida y suave.
Ven, para descansar luego
en una gruta umbrosa;
allí me contarás despacio
tus sueños de victoria,
y yo derramaré en tu oído
cadencias con aroma a rosas.
Ven, dancemos desnudos tú y yo,
seremos brisa o mariposas,
águilas o panteras,
!qué importa!
Rodemos entre las flores,
para poder sentir esa delicia
de paladear la vida,
¡la maravilla
de estar con vida!"
te invito a morder frutos nuevos,
a renacer junto al retoño de la vid.
Nos perderemos en bosques inmensos...
Descuida que luego,
la dulce frescura del río
refrescará nuestros cuerpos.
Ven, ayúdame a sujetar
peces con las manos,
resbalosos, inquietamente irisados,
ya untuosos de paz y muerte.
Mira el resplandor;
mira cómo cientos
de pequeños diamantes
brillan en nuestra piel...
Ven, que calentará nuestra sangre
el sol chispeante y el vino.
Sube a ese árbol,
quiero que tu boca
atrape todas las moras,
y en un beso bien violeta
regálaselas a mi boca.
El jugo de ellas
chorreará por mi pecho
y se irá aún más lejos...
Sacía toda tu sed,
bebe de mi carne
bien cálida y suave.
Ven, para descansar luego
en una gruta umbrosa;
allí me contarás despacio
tus sueños de victoria,
y yo derramaré en tu oído
cadencias con aroma a rosas.
Ven, dancemos desnudos tú y yo,
seremos brisa o mariposas,
águilas o panteras,
!qué importa!
Rodemos entre las flores,
para poder sentir esa delicia
de paladear la vida,
¡la maravilla
de estar con vida!"
"Cualquier noche de Buenos Aires"
Paseo por la noche de Buenos Aires y creo que es posible tocarla como si fuera un tul ajado...
La observo,
y a través de su trama perforada,
paso mi aliento hambriento y cansado
como el árbol, que la horada con sus ramas.
Llego y la noto altiva desde sus torres,
me rodea un extraño perfume
mezcla de fragancias y de lumbre,
de lágrimas estancadas en los sobres.
Camino por sus aceras que corren
con el apuro de los relojes,
infinitas cintas de plata
marchando al ritmo de sus mecánicos corazones;
y veo luces y más luces en un río constante
de estrellas y color;
mientras se enfría el aún humeante asfalto
dentro del esplendor.
Me reciben sosegadas,
las plazas enmudecidas
que observan como yo,
paredes de ladrillos encendidos
reflejando la luz en un incendio
profundamente mágico
que aquieta el corazón.
De pronto me encuentro con los ojos oscuros
por raza y pena de un niño,
que hasta el alba paseará su infancia desvalida;
a veces la miseria se mira en los cristales,
y se siente uno impotente y paralizado;
quisiera fundirlo entre mis brazos
para volcarle todo el cariño que le sea necesario.
Ya los pájaros manchados de hollín durante el día,
vuelan a cobijarse en los recovecos
de alguna mansión derruída;
ya las moles inhumanas de aluminio, poderosas;
muchas veces ven pasar seres desconocidos
que han perdido su dominio.
Toda la ciudad posee raíces trituradas de cemento,
desde las cuales brotan los hombres
como troncos y flores en movimiento.
Algo más tarde,
la fresca y susurrante sonoridad calla,
todo se calma pesadamente,
se precisa esfuerzo para tragar el aire
y luego de un silencio...
las cosas se sacuden ante los truenos
de una violencia inusitada,
se derrama desde el cielo abierto
una lluvia fatigada,
y el viento bate en las campanas;
los dedos del tiempo se pliegan
y dentro del eterno corazón de la ciudad,
la lluvia, reza.
La observo,
y a través de su trama perforada,
paso mi aliento hambriento y cansado
como el árbol, que la horada con sus ramas.
Llego y la noto altiva desde sus torres,
me rodea un extraño perfume
mezcla de fragancias y de lumbre,
de lágrimas estancadas en los sobres.
Camino por sus aceras que corren
con el apuro de los relojes,
infinitas cintas de plata
marchando al ritmo de sus mecánicos corazones;
y veo luces y más luces en un río constante
de estrellas y color;
mientras se enfría el aún humeante asfalto
dentro del esplendor.
Me reciben sosegadas,
las plazas enmudecidas
que observan como yo,
paredes de ladrillos encendidos
reflejando la luz en un incendio
profundamente mágico
que aquieta el corazón.
De pronto me encuentro con los ojos oscuros
por raza y pena de un niño,
que hasta el alba paseará su infancia desvalida;
a veces la miseria se mira en los cristales,
y se siente uno impotente y paralizado;
quisiera fundirlo entre mis brazos
para volcarle todo el cariño que le sea necesario.
Ya los pájaros manchados de hollín durante el día,
vuelan a cobijarse en los recovecos
de alguna mansión derruída;
ya las moles inhumanas de aluminio, poderosas;
muchas veces ven pasar seres desconocidos
que han perdido su dominio.
Toda la ciudad posee raíces trituradas de cemento,
desde las cuales brotan los hombres
como troncos y flores en movimiento.
Algo más tarde,
la fresca y susurrante sonoridad calla,
todo se calma pesadamente,
se precisa esfuerzo para tragar el aire
y luego de un silencio...
las cosas se sacuden ante los truenos
de una violencia inusitada,
se derrama desde el cielo abierto
una lluvia fatigada,
y el viento bate en las campanas;
los dedos del tiempo se pliegan
y dentro del eterno corazón de la ciudad,
la lluvia, reza.
"El Bandoneón y yo..."
Lo ví en un rincón, junto a jarrones y fotos. Estaba casi acurrucado entre los objetos. Pasaron varios días, y sin faltar uno, lo miraba al pasar, casi de reojo...
Una noche me animé y como estaba de visita en la casa, pregunté si a alguien molestaba que lo tomara entre mis brazos para probarlo. Dijeron que no había problema alguno, así que de pura curiosa lo agarré, me sorprendió que fuese liviano; al verlo una podía suponer que pesaba bastante más.
!Era tan hermoso!, pequeño y antiguo, fileteado de oro reluciente sobre el negro noche del fondo, y con esa pátina sugerente, especial, como sólo los buenos años pueden otorgar.
Tenía como cierto aura, no sé, se sentía muy hondo. Me senté con él sobre mi falda, y así apoyado, probé con alguna timidez los botones de nácar; tenía hileras de ellos, por delante, por detrás. Pensaba que era una caradura, que cómo iba a pretender sacar algún sonido de un instrumento como ése, casi sagrado para el tango. Apenas recordaba mis años de piano, y las notas hacía tiempo que se me antojaban jeroglíficos.
Y sin embargo...
Y sin embargo, en cuanto lo agarré entre las manos, y me animé un poco, fue como si nos hubiésemos conocido de hace tiempo, el rencuentro de dos amigos, de una sola alma.
Fui una con él, me enseñó a escuchar, me envolvió por completo con sus sonidos y en su Silencio...
Permitió que mi cuerpo se amoldara a él y me acompañó. Me dí cuenta lo femenino que es, era una misma esencia la que nos unía, sentía su pasión vibrar en mí, no podía creer que ya de entrada, pudiera arrancar de su corazón de barrio esas notas vigorosas, y aquellas otras sutiles y tiernas como las de un violín. Por si fuera poco, descubrí entonces el fuelle, ese que respira a través de una, y saca todavía sonidos más potentes, diversos, magníficos. Estaba en éxtasis, como si me encontrara meditando, dejaron de existir los demás, el lugar, todo; sólo existíamos el bandoneón y yo; mi cuerpo se ondulaba insinuante al compás que marcaba, dentro de un ritmo sugerido, sinuoso y mágico.
Supe que era sólo para ser tocado por gente apasionada, tan fuertemente apasionada como él.
Luego de ya no sé cuánto tiempo, y teniendo todavía mis ojos cerrados dejé de tocarlo.
Al abrirlos, me dí cuenta que no estaba sola.
Fue un momento de deleite, por completo inesperado y sin igual.
Una noche me animé y como estaba de visita en la casa, pregunté si a alguien molestaba que lo tomara entre mis brazos para probarlo. Dijeron que no había problema alguno, así que de pura curiosa lo agarré, me sorprendió que fuese liviano; al verlo una podía suponer que pesaba bastante más.
!Era tan hermoso!, pequeño y antiguo, fileteado de oro reluciente sobre el negro noche del fondo, y con esa pátina sugerente, especial, como sólo los buenos años pueden otorgar.
Tenía como cierto aura, no sé, se sentía muy hondo. Me senté con él sobre mi falda, y así apoyado, probé con alguna timidez los botones de nácar; tenía hileras de ellos, por delante, por detrás. Pensaba que era una caradura, que cómo iba a pretender sacar algún sonido de un instrumento como ése, casi sagrado para el tango. Apenas recordaba mis años de piano, y las notas hacía tiempo que se me antojaban jeroglíficos.
Y sin embargo...
Y sin embargo, en cuanto lo agarré entre las manos, y me animé un poco, fue como si nos hubiésemos conocido de hace tiempo, el rencuentro de dos amigos, de una sola alma.
Fui una con él, me enseñó a escuchar, me envolvió por completo con sus sonidos y en su Silencio...
Permitió que mi cuerpo se amoldara a él y me acompañó. Me dí cuenta lo femenino que es, era una misma esencia la que nos unía, sentía su pasión vibrar en mí, no podía creer que ya de entrada, pudiera arrancar de su corazón de barrio esas notas vigorosas, y aquellas otras sutiles y tiernas como las de un violín. Por si fuera poco, descubrí entonces el fuelle, ese que respira a través de una, y saca todavía sonidos más potentes, diversos, magníficos. Estaba en éxtasis, como si me encontrara meditando, dejaron de existir los demás, el lugar, todo; sólo existíamos el bandoneón y yo; mi cuerpo se ondulaba insinuante al compás que marcaba, dentro de un ritmo sugerido, sinuoso y mágico.
Supe que era sólo para ser tocado por gente apasionada, tan fuertemente apasionada como él.
Luego de ya no sé cuánto tiempo, y teniendo todavía mis ojos cerrados dejé de tocarlo.
Al abrirlos, me dí cuenta que no estaba sola.
Fue un momento de deleite, por completo inesperado y sin igual.
"La Serpiente del Paraíso"
Retuerce sinuosa y lentamente su figura de plata líquida, pura energía platino con ojos de esmeralda muy fríos. Ha vivido siempre en la base, lejos del ruido, ha dormitado ahí un sueño de siglos, hasta que la despabilaron por completo rayos de oro muy pulidos, y una arrasadora lluvia de sol se derramó sobre sus escamas en tornasol. Ahora inicia la ascención con giros hipnóticos, acariciando seductora, la columna aún virgen en una danza de fuego majestuosa. Es el primer amanecer... Acá se rasgarán de una sola vez, todos los velos. Y el mundo entero gira y gira ante mis ojos la cabeza da vueltas en sintonía perfecta, me recuesto, debo hacerlo para que ella alcance la cumbre. Las flores de inocencia parecen flotar alrededor de un aroma suave a manzanas, y caen... Mi identidad despierta. |
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