domingo, 21 de abril de 2013

Entre centro cultural y hotel...




El colmo de la exclusividad

Los hoteles de una sola habitación y para un huésped, por paradójico que suene, son una tendencia con cada vez más ejemplos alrededor del mundo
Aunque difícil de imaginar, cada vez hay más hoteles de una sola habitación. Más que hoteles son propuestas de alojamiento destinadas a huéspedes que quieren absoluta exclusividad y también bastante excentricidad. Una habitación que navega por un lago, en faros, en torres de comunicaciones y hasta en terrazas, en una lista que crece.

AMSTERDAM

Droog
Cuarto para rockeros en Sydney. 
Lo difícil radica en tratar de encasillarlo. ¿Hotel o centro cultural? Ni uno ni otro o, mejor dicho, ambas. Porque Droog, en el corazón de Amsterdam, invierte el concepto de hotel dando prioridad a sus tiendas de diseño, salas de exposiciones y eventos culturales, que conviven con la única habitación del hotel.
El edificio del siglo XVII también cuenta con comedor, un jardín soñado -el Fairy Tale Garden- y tiendas como Droog, la sala de exposiciones Gallery, el salón de cosmética y belleza Cosmania, la boutique Kabinet o Weltevree, que ofrece productos de diseño de camping y jardín.

SUECIA

Hotel Utter Inn, Västerås
Inspirado en las cabañas de pescadores de la zona, esta casita de madera roja flota en medio del lago Mälaren, a 1 km de la ciudad de Västeras y unos 100 de Estocolmo. Es decir, la casita roja es lo que se ve, porque lo que no se ve, la habitación, está tres metros bajo el agua.
Así, el dormitorio submarino cuenta con cuatro ventanas panorámicas para ver el ir y venir de los peces, en una suerte de acuario flotante para dos personas. Para llegar al hotel hay que tomar un barco-taxi desde el puerto de Västerås y, una vez hospedado, el huésped recibirá una herramienta fundamental para poder moverse: una balsa hinchable.
Existen dos tipos de estadas: la De Luxe, con servicio de habitación (además, se alcanza la comida al pasajero en un bote), y la Bohème, sin ningún tipo de servicio, lógicamente más barata.
El Utter Inn (utter significa nutria) es un proyecto del artista local Mikael Grenberg y fue inaugurado en junio de 2000 (en invierno permanece cerrado). Los precios oscilan entre los 190 y 266 euros por noche.
Reservas en la Oficina de Turismo de Västerås: 46 21-39 01 00.

HELSINKI

Toilé de Kallio
Inaugurado en 2009, le gusta presentarse como el hotel más pequeño del mundo. Es que su única suite, la habitación 1, tiene 30 m2. Con Wi-Fi, cocina y un miniliving, se parece más a un departamento que un hotel.
Toilé de Kallio funciona en un edificio de 1920 en el bohemio barrio de Kallio, de moda entre jóvenes y poblado de negocios alternativos, restaurantes étnicos y los bares más cool. La habitación está decorada al más puro estilo vintage, empapelada además con un papel diseñado especialmente para el lugar por el artista finlandés Janne Hänninen. De hecho, el hombre bautizó su diseño con el nombre de Toilé de Kallio (de ahí el nombre del hotel); el papel incluso está a la vent.
No tiene recepción: los mismos dueños se encuentran con el huésped en la puerta del edificio, y el check-in se hace cuando quiera el cliente, donde quiera.
Los precios son accesibles. La suite para dos personas, con desayuno incluido, sale 120 euros por noche, aunque los descuentos son progresivos con el paso de los días (seis noches se pagan 65 euros la noche).

ROMA

Casa Manni
Cuando el magnate del aceite de oliva Armando Manni heredó un penthouse en el centro de Roma, decidió convertir el espacio de algo más de 80 m2 en un hotel de lujo de una sola habitación, con servicio de concierge y ama de llaves. La transformación estuvo a cargo del afamado arquitecto norteamericano Adam Tihany, distinguido en 2001 por The New York Times como el mejor en su rubro, detrás de creaciones como el Hong Kong Mandarin Oriental.
Este no-hotel de la Via di Pietra, con vistas a la columna de Marco Aurelio y una terraza sin igual, también ofrece tours por Roma guiados por expertos, como el crítico gastronómico del New York Times Maureen Fant o el arqueólogo Paolo Lenzi. Y si al huésped se le antoja que un chef suba a prepararle la cena, no hay problema.
Tanta exclusividad, claro, tiene su precio: desde 600 euros la noche.

ESTADOS UNIDOS

Cedar Creek Treehouse, Parque Nacional Mount Rainier
La propuesta no es sólo dormir en un hotel de una sola habitación, sino también en las alturas. A 120 km de Seattle, en el corazón de un bosque, esta cabaña construida en los 80 está de hecho montada en la copa de un cedro gigante, a 15 metros sobre el suelo.
Considerado uno de los cinco mejores hoteles sobre árboles, según el Financial Times, la habitación para hasta cinco personas cuenta con paneles solares para energía eléctrica, entre otros detalles eco-friendly (ojo, a no esperar amenities). Los huéspedes acceden a la zona donde está escondido el hotel, a través de un puente colgante y al hotel mismo por una escalera de cinco niveles, no apta para personas con vértigo.
Desde US$ 300 la noche.

SIEM REAP, CAMBOYA

The One Hotel Angkor
Este moderno hotel de diseño, de una sola suite, funciona en un pequeño edificio de estilo colonial, situado a su vez en una calle céntrica de Siem Reap, puerta de entrada a los fantásticos templos de Angkor Wat, Camboya. Cuenta con todos los servicios para hacer sentir al huésped como lo que es: un cliente único. Vajilla de porcelana, manteles de hilo, sábanas del mejor algodón, una cama de madera hecha a medida, una terraza con jacuzzi y lo último en gadgets tecnológicos (televisión LCD, iBook, iPod, MacBook) se suman a un equipo de empleados a entera disposición del cliente.
Hay ofertas desde 170 euros la noche.

PRAGA

One Room Hotel at Tower Park Praha
 
En una torre de Praga. 
Desde que abrió, en octubre último, este hotel seis estrellas es uno de los más requeridos de República Checa. No es un alojamiento cualquiera: además de las vistas panorámicas que regala su única habitación, ésta se encuentra a 70 metros, en la torre más alta de la ciudad (216 metros).
La Tower Park Praha, de ella se trata, es un antiguo edificio de telecomunicaciones (un suvenir de la era comunista) que se reabrió tras una ardua reconstrucción. Su estilo modernista o de arquitectura high-tec es aún cuestionado por muchos, pero claramente se destaca dentro del paisaje de la capital checa.
Mientras una de las cápsulas de la torre se ha convertido en suite, en las otras funciona un restaurante, un bar y bistro, y un observatorio.
¿Los precios? Ninguna ganga: 1000 euros la noche.

BERLÍN

Plus One
Este impecable monohotel se encuentra en un edificio de los 70, en pleno Neukölln, uno de los barrios más animados de Berlín (que no es poco decir). Fue diseñado por una pareja de arquitectos alemanes que recurrió a una combinación de materiales nuevos y reciclados, y su única habitación -con lugar para tres personas- dispone de Wi-Fi y plasma, pero también de otro tipo de recreación: raquetas de ping-pong (la tabla se improvisa con un cajón extendido), cartas, un frisbee y una selección de libros y revistas.
Lo mejor: el servicio de alojamiento incluye guía local, es decir, el huésped elige a un residente de Berlín para que le enseñe los alrededores, según las preferencias personales. Son 31 guías de distintas nacionalidades y profesiones, dispuestos a dar paseos y tips sin costo extra.
Desde 120 euros por noche.

HARLINGEN, HOLANDA

Harlingen Lighthouse
 
Un faro de 1922, en Harlingen, Holanda, con buena vista. 
El faro de Harlingen, construido en 1922 a orillas del Mar del Norte, titiló por última vez en 1998. Ahora es un moderno hotel para dos personas al que se accede, eso sí, por una escalera de 80 escalones. Por suerte, una vez que se entra, dan pocas ganas de salir. Sus enormes ventanales permiten admirar, en 360º, el paisaje oceánico y las islas de Terschelling y de Vlieland.
El hotel está dividido en tres alturas: la primera con baño y ducha; la segunda con cama, cocina y living, y la tercera, en el extremo más alto (donde estaba la linterna), con comedor (todas las instalaciones están decoradas con la temática marina). En la habitación, los visitantes disponen de un radio VHF para escuchar el tráfico en el mar.
El precio por noche es de 319 euros, con desayuno incluido (se deja a los pies de la escalera).

SYDNEY, AUSTRALIA

Mooghotel
Cuarto para rockeros en Sydney. 
Es un hotel que apunta a estrellas de rock, aunque la palabra correcta sería estrella, porque, claro, tiene una sola habitación. Eso sí: cuenta con un estudio de grabación que incluye todos los equipos necesarios para componer y grabar discos.
Sus creadores, los responsables del sello de música dance Sublime, buscaban un espacio que cumpliera con todos los caprichos de algunos de los músicos con los que han trabajado. Y lo encontraron en esta vieja terraza reciclada y reconvertida en un hotel con mucha onda rockera.
Así, la habitación tipo loft cuenta con televisores de plasma que van rotando, baños para él y para ella, luces retro, dos piletas con parlantes bajo el agua (una cubierta y la otra en el deck privado), un enorme sillón de diseño color rojo, y gimnasio. Además, una pared de vidrio con cascada de agua incluida separa la suite de moogbar.
Además, el hotel pone a disposición de sus clientes servicios de mayordomo, personal trainer, chofer (el auto es un Jaguar XJR 100), masajista y todo lo que a la estrella se le anotoje. Vale aclarar que el cliente común también es bienvenido.
US$ 990 por noche.

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