Crece el negocio de editar su propio libro
Tim Bowler
BBC
La industria del libro está en medio de una crisis existencial, cuando el surgimiento de los libros electrónicos y la internet amenazan con derrumbar sus métodos tradicionales de hacer negocios.
El libro impreso corre el riesgo de terminar como las tabletas cuneiformes, los rollos de papiro o los pergaminos, según los agoreros.
Robin Duval, quien fuera el "jefe de la censura cinematográfica" de Reino Unido, oficialmente director de la Junta Británica de Clasificación de Películas, es uno de cada vez más escritores que recurren a la autoedición. Aún así, los rápidos cambios tecnológicos están resultando una bendición para muchos aspirantes a autores, decepcionados por una creciente cantidad de cartas de rechazo de los editores.
"Envié los dos primeros capítulos y una sinopsis a agentes y un par de editores, y no tuve ninguna respuesta", comenta.
"Mi problema era que después de unos seis a ocho rechazos, empecé a dudar de la calidad del libro".
Reacio a ver su novela languidecer como un manuscrito sin publicar, probó la autoedición -pagar para publicar él mismo su libro- y ordenó una tirada de 100 copias.
Crecimiento dramático
Robin afirma que no tenía grandes expectativas de las ventas, pero deseaba que el libro terminado se viera bien y que estuviera disponible a través de Amazon y en otras librerías.
"Esperaba quedarme con una habitación llena de 95 copias sin vender, pero de hecho el libro vendió mucho más de lo que anticipé".
"Bear in the Woods" (Oso en el bosque) -su primer libro- ya ha vendido más de 400 copias impresas y Robin también lo publicó como libro electrónico.
No es el único. La cantidad de autores que recurren a la autoedición ha crecido dramáticamente en años recientes, dice Jeremy Thompson, director gerente de Troubador, una de las principales firmas de autoedición en Reino Unido.
"Es parte de la tendencia de la gente a hacerlo ellos mismos, y la internet ha sido un enorme catalizador, ya que los autores están viendo que no necesitan un editor".
Detección de talentos
"No hay problema en hacer llegar tu libro a internet, el gran problema es lograr que llame la atención de alguien"
Robin Duval
Mientras que en el pasado las grandes editoriales solían ser bastante desdeñosas acerca de los escritores que publicaban sus obras ellos mismos, hoy en día las actitudes han cambiado.
"Estamos muy interesados en la autoedición, es una manera de poder detectar talentos", señala Victoria Barnsley, directora ejecutiva de la editorial HarperCollins.
"Ayuda a quitarnos parte del riesgo si podemos ver que algo ya está funcionando".
El desafío para los nuevos autores, ya sea con libros electrónicos o copias impresas, es capturar el interés de los lectores.
Robin Duval dice que deseaba que una firma de autoedición no sólo imprimiera su libro, sino que lo comercializara, que lo hiciera llegar a aquellos que toman las decisiones de compra.
"No hay problema en hacer llegar tu libro a internet, el gran problema es lograr que llame la atención de alguien", agrega.
Llegar a los lectores
Ahí es donde pueden ayudar editoriales como Troubador, indica Jeremy Thompson.
"Es hacer que alguien lo almacene y lo venda, ahí es donde nosotros entramos. Podemos hablar con los grandes compradores y los representantes de ventas; podemos hacer que los libros lleguen a las librerías".
Pero a pesar del enorme crecimiento de los libros electrónicos en los últimos años, las editoriales tradicionales todavía no están prediciendo el fin del libro impreso.
De hecho, las cifras para 2012 muestran que mientras aumentan las ventas de libros electrónicos, la tasa de declinación en las ventas de libros impresos ha bajado.
En HarperCollins, Victoria Barnsley afirma que aunque las nuevas tecnologías son un desafío para las grandes casas editoriales, también están creando oportunidades.
"Lo que está cambiando es que ahora tenemos una oportunidad de entablar una relación directa con los consumidores de un modo en que nunca antes la tuvimos.
"En el pasado, todas nuestras relaciones debían pasar a través de los minoristas, pero ahora podemos interactuar con los lectores en las redes sociales y otros conductos en línea.
"Un montón de gente desea poseer este artículo agradable. Los libros no son como los CDs, son cosas bellas para tener y mantener, y a la gente le gusta coleccionarlos y colocarlos en estanterías".
"Voy a cubrir los gastos"
Costo comparativo
- Costo de editar uno mismo una tirada de 500 copias de un libro: hasta US$3.100
- Costo de pagar a un editor para promover el libro: unos US$1.100
Robin Duval expresa que escribir el libro es sólo la mitad de la batalla, pues los autores que se autoeditan necesitan hacer todo lo que puedan para estimular la atención del lector.
"Abrí una cuenta de Twitter para mi propia sorpresa, y lo que estoy haciendo es lidiar con varios blogs que trato de agitar para provocar cierto interés.
"Para generar publicidad, sólo tienes que seguir duro en ello".
Su segundo libro, "Below the Thunder" (Bajo el trueno), será publicado este mes, y ya está ocupado en una tercera novela.
Al igual que muchos autores, Robin dice que ha ganado relativamente poco hasta ahora por escribir.
"No cubrí mis costos con mi primer libro, aunque cuando aplique el alivio tributario a quienes editan sus propios libros, más o menos voy a cubrir los gastos".
Con todo, para él ha habido una sensación muy clara de éxito: ver su nombre impreso en la portada de un libro.
"Cuando llegó por correo la primera copia, tuve exactamente la misma reacción de cualquier autor que publica por primera vez: quedé asombrado de lo maravilloso que lucía".
Tema que sin pensarlo es preocupante.
ResponderEliminarVisitando librerias muchas veces topo con libros que me parece mentiera que los hayan editado por su bajo nivel.
Injusticias de la vida.
Saludos
Hola querida, también me sucedió lo que terminas de comentar. Ocurre que por un tema económico, aceptan lo que venga, mientras se les pague por la edición. Mientras otras tantas, niegan el editar un libro si corre por su cuenta, porque sólo ven la veta comercial, no les interesa demasiado el talento.
ResponderEliminarUn abrazo.