Londres acoge la mayor feria de casas de muñecas de Europa
Desde que se estableciera hace 25 años, el Festival de Casas de Muñecas de Kensington se ha convertido en un referente para los aficionados a las casas de muñecas
El precio final de la casa "depende de los gustos y del presupuesto de cada uno, porque hay gente que hace cosas muy bonitas, pero muy caras.
AGENCIAS. Londres (Reino Unido)
Londres acoge este fin de semana el festival de casas de muñecas más grande de Europa con más de 175 expositores de artesanos que muestran sus creaciones en miniatura.
Desde que se estableciera hace 25 años, el Festival de Casas de Muñecas de Kensington se ha convertido en un referente para los aficionados a las casas de muñecas, un hobby que "engancha", según manifestaron Lourdes Areal y Luis Huerta, dos de los españoles con un expositor en la feria.
Esta pareja de madrileños inició su afición creando pequeños muebles y hoy se dedican a la fabricación y venta de elementos decorativos para las casas que abarcan desde joyas hasta botellas de vino con el emblema de "Tío Pepe".
Aunque la tradición está más arraigada en países como el Reino Unido, según Huerta no es difícil encontrar aficionados en España, donde ya son habituales las tiendas especializadas para la venta de artículos destinados a las casas de muñecas.
Los precios de estos hogares en miniatura oscilan desde los 1.000 euros de una casa con 4 ó 6 habitaciones, hasta "todo lo que quieras echarle", explicó Huerta, que opina que el precio final de la casa "depende de los gustos y del presupuesto de cada uno, porque hay gente que hace cosas muy bonitas, pero muy caras".
Otro español, José María Gómez, es uno de los veteranos en esta feria con su expositor con todo tipo de artículos en cuero como maletas, carteras, bolsos de señora e incluso utensilios para la caza como fundas de escopeta y revólveres.
Este artesano trabajaba como jefe de administración en una multinacional cuando se quedó sin trabajo y decidió que "si no había futuro, había que inventárselo".
Así, convirtió el que había sido su hobby en las últimas tres décadas en su profesión actual como creador de miniaturas de cuero.
En los 12 años que lleva dedicándose a ello a tiempo completo, Gómez ha asistido a unas 150 ferias de todo el mundo, desde Tokio hasta Las Vegas (EEUU), lo que le ha permitido comprobar que en cada país los coleccionistas tienen gustos diferentes.
Aunque ha conseguido desarrollar el oficio lo suficiente como para ser capaz de realizar sus creaciones en serie a un promedio de dos horas y media por pieza, para Gómez es complicado vivir de la venta de sus artículos -"sobre todo desde la crisis"-, por lo que también se dedica a dar clases a aficionados de diferentes países.
También como aficionado comenzó David Iriarte, de 25 años y ebanista de profesión, que empezó haciendo pequeños muebles para sus "playmobil" y que hoy disfruta "superándose" con la creación de muebles pintados del siglo XVIII, sus favoritos.
Iriarte realiza todo tipo de muebles por encargo y actualmente está empezando a incluir en sus piezas minúsculas taraceas -pequeñas incrustaciones de madera en la superficie del mueble a modo de dibujos-.
"La gente me dice que son muy caros, pero con ese precio no cobro ni a 2 euros la hora. Es un trabajo que no está pagado", explicó Iriarte, que vende muebles que superan los 600 euros.
Aunque todos coinciden en que los estilos victoriano y neoclásico son los más arraigados entre los coleccionistas, en esta feria también hay cabida para propuestas más innovadoras como una casa inspirada en los trabajos de Mies van der Rohe y miniaturas de todo tipo de objetos más actuales como árboles de navidad o extintores.