Arte para visionarios, un Baltimore
diferente.
Baltimore es una de las ciudades de los Estados Unidos que peor prensa ha recibido en los últimos años. El conflicto étnico que se vive en sus calles y la pobreza, hacen que vivir allí o visitarla pueda ser incluso peligroso. Sin embargo, esconde algunos secretos por los que merece la pena la aventura de visitarla. Disfrutar de una de las colecciones de arte más auténtico de América es una de ellas: "Arte para visionarios: Un Baltimore diferente".
En el corazón de Baltimore se encuentra el Museo de Arte del Visionario Americano o AVAM. (AVAM: American Visionary Art Museum). A diferencia de otros museos de bellas artes este excepcional museo de arte moderno no cuenta con famosos cuadros o esculturas sino que recoge las obras de arte de diferentes personas que no han recibido educación artística.
El Museo nació desde la idea de aprovechar todo el arte de los ciudadanos más marginales de Baltimore. Desde las preciosas fachadas decoradas de coloridos cristales por los menores infractores de la zona, hasta preciosas capas cosidas por personas con autismo, todo el museo reúne obras de artistas muy especiales.
El museo está dividido en diferentes áreas con diferentes encantos: La primera de ellas muestra piezas de personas que han sufrido diferentes trastornos, entre los que destacan especialmente los vívidos retratos realizados por una persona diagnosticada de Trastorno Obsesivo Compulsivo. Las siglas de este trastorno en inglés son OCD por lo que la sección del museo ha sido renombrada comoObsessive Compulsive Delight o la delicia obsesivo compulsiva.
Otras áreas del museo están más dedicadas a personas en riesgo de exclusión social por motivos sociales. Entre ellas destacan las experiencias de prisión que vívidamente retratan un grupo de afroamericanos que pasaron años en prisión por error antes de que los test de ADN pudieran demostrar su inocencia.
También se retratan otros aspectos de las diferentes culturas norteamericanas con reflexiones sobre los peercings, la pobreza o la etnicidad. A través de estas obras, cualquier visitante puede introducirse y profundizar en estas experiencias de la cultura afroamericana, lo que resulta muy emocionante.
Además del edificio principal el museo cuenta con otros dos edificios y algunas esculturas al aire libre. Uno de los edificios está dedicado a bodas, eventos y otras fiestas de carácter público y privado. El edificio restante alberga una preciosa colección de juguetes que constituyen verdaderas obras de arte. Cuenta con máscaras, marionetas, mascotas de grandes cabalgatas y una impresionante colección de autómatas que harán las delicias de los pequeños y los mayores.
Los trabajadores del museo son muy cercanos y te ayudarán a conocer las historias de los artistas en tu visita. Sin duda son indispensables para poder comprender a fondo el valor de este arte tan diferente al normalmente expuesto en galerías.
Si tras la visita tienes ganas de más no olvides que no puedes dejar el estado de Maryland sin probar su famosa tarta de cangrejo (crabcake) para lo cual recomiendo Koco’s Pub, en el centro de Baltimore, un restaurante familiar típicamente americano con una de las mejores tartas de cangrejo de la ciudad.
Y ya sabes, si decides visitar Baltimore atiende a la seguridad pero no olvides sus delicias culinarias y su cultura del grafitti. Y en especial, el arte amateur que alcanza su máximo esplendor en el AVAM con una colección de arte visionarios que te mostrará un Baltimore diferente.
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